Un grupo de vecinos salió a respaldar a una familia de contención de Catriló que se anotó en la Dirección de Niñez y Adolescencia de La Pampa para cuidar niños que eran apartados -por diferentes razones- de sus familias biológicas. Hace un año y ocho meses, según dijeron, les entregaron un niño de solo cuatro meses para que lo cuidaran provisoriamente. En ese lapso, las autoridades intentaron una posible restitución a la familia biológica. Pero no fue posible que se hicieran cargo sus padres. Tampoco los abuelos y tíos.
De esa manera, el caso pasó a un juzgado de familia, a cargo del juez Andrés Zulaica. Este juzgado pidió al Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RAU) la selección de posibles familias adoptantes. Con ese dato, recientemente el juzgado decidió qué familia podía adoptarlo.
Hace solo 20 días, finalmente, el niño de 2 años le fue retirado a la familia de contención: el juzgado lo entregó en adopción a una pareja. Y ya el pequeño está con la nueva familia.
Fabio Schappert y Johana Zalazar pidieron quedarse con el niño. Pero las autoridades se lo negaron. “Queremos que vuelva. Lo estamos esperando, junto a sus hermanitos”, dijeron.
En el caso de la familia de contención, el régimen prevé que no puedan acceder a la adopción. Incluso Fabio y Johana firmaron un documento, hace dos años, que indicaba que no podían adoptarlo.
Sin embargo, resaltaron, ese régimen también indica que la estadía del nino o niña debe ser por poco tiempo. Pero pasaron casi dos años.
Rodrigo Lovfall, director general de Niñez, Adolescencia y Familia de La Pampa, explicó a Diario Textual que existen pasos administrativos y judiciales que hay que cumplir. “En principio, entendemos que se ha generado un vínculo. Pero la familia de contención siempre sabe que es temporal la estadía de un niño o una niña. Incluso hay un convenio firmado (entre el Estado y la familia de contención). Se hace con todas las familias. Por supuesto, con esta familia también se hizo. Es decir, desde el día cero sabían de las condiciones”, sostuvo.
Además dijo que, si bien puede parecer excesivo, el trámite de adopción en este caso fue “relativamente rápido” en relación a otros.
“Cuando un niño o una niña se retira (de su padre o madre) y se entrega a una familia de contención, hay un periodo en la que el equipo de la dirección debe analizar la posibilidad de que sea restituido a su familia biológica. Ese lapso es de 90 días, con posibilidad de prorrogarlo por otros 90 días. Es decir, son unos seis meses. En este caso, fue imposible restituirlo”, contó.
Por eso, dijo, la dirección le comunicó al juzgado que no era posible restituir el niño a su familia. “Entonces ya directamente empieza a intervenir, de lleno, el juzgado para promover la situación de adoptabilidad. Hace una consulta al RUA, que generalmente selecciona y sugiere a qué familias podría hacerse cargo de una adopción. Luego el juez elige a cuál familia elige y sale la adopción”, contó.
-¿No es un tiempo excesivo un año y medio o dos años?
-Los primeros seis meses, en los que intervenimos desde la dirección, están por ley. No hay forma de acotar ese plazo. En ese periodo, se intenta la posibilidad de restituirlo a su familia biológica. A veces se puede, muchas veces no se puede. Por diferentes razones. Luego ya interviene la Justicia, que también tiene sus tiempos. Lo que puedo decir es que en este caso, la adopción salió en un tiempo relativamente rápido en relación a otros casos.
-¿Esta familia de contención sabía que no lo podía adoptar?
– Todas las familias de contención lo saben. Siempre se le explica que vas a ser provisoria porque, en principio, se va a trabajar para que vuelva a la familia (biológica)… Incluso es un convenio firmado. Pero, la verdad, es que el vínculo a veces los lleva por delante. Obviamente que se encariñan y que se genera un fuerte vínculo.
-¿No hay posibilidades de que pueda revertirse la adopción y quede con la familia de Catriló?
-Una familia de contención no puede adoptar. Sería violar el régimen de adopción.
(Foto gentileza de Catriló Noticias)