Larroudé: echaron a una policía que pagó con sexo el abono de su celular a un superior

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La Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) recomendó a la Jefatura de la Policía que eche a una joven policía que admitió haberle “pagado con sexo” a un oficial superior el abono de su teléfono celular.

La FIA recomendó, en una resolución a la que accedió Diario Textual, la “destitución con carácter de cesantía” de la mujer por haber “incurrido en la faltas reguladas y sancionas” en el artículo 62º incs. 1) de la NJF Nº 1034.

Este caso ocurrió en el año 2018. Involucró a tres policías: a una agente, a su marido también agente y a un oficial superior.

Hubo dos investigaciones: una penal y otra administrativa. Los sumariados e investigados por la FIA fueron dos: la mujer y su marido. El oficial -al menos no lo comunicó la fiscalía- no fue sumariado.

El oficial, E.M., denunció a dos agentes, A.I. y L.B. por usarle sin autorización los datos de su tarjeta de crédito para pagar dos líneas de teléfonos celulares entre marzo y agosto de 2018.

El caso primero fue analizado por el juez de control Alejandro Gilardenghi, de Pico, quien los absolvió. En rigor, se trató de una conciliación por la aplicación del llamado principio de oportunidad.

Los dos acusados, pese a ser sobreseídos, tuvieron que ir luego a declarar a la FIA. Es la encargada de analizar la conducta de los uniformados.

“Están acusados de haber presentado una conducta incompatible con el decoro que le impone la figura del policía provincial afectando con su proceder el prestigio de la Institución y su dignidad como agentes policiales. Y si bien, la causa penal había concluido con la declaración de ‘extinción de la acción’, no podía dejarse de atender que ello fue en base al uso del beneficio del ‘criterio de oportunidad’, previa ‘conciliación’ y por hechos que motivaron la instrucción del sumario penal en los términos del art. 51º de la NJF Nº 1034 (defraudación)”, dijo la FIA, en su resolución.

Ya en la FIA, la mujer acusada dio otra versión a la ofrecida frente al juez Gilardenghi. “No me acuerdo el día, yo llegué a la guardia de la 20:00 horas en la Comisaría de Larroudé. (…) Llegó el Oficial M.E.M.. Yo estaba mal porque había hablando con mi madre que estaba pasando por un pozo depresivo, que le habían cortado la línea del celular, de ambas dos porque lo teníamos habilitado el mismo día y por la misma empresa”, dijo. “La línea que usa mi mamá está a nombre mío y la que uso yo está a nombre de mi marido L.D.B. El Oficial me pregunta qué me pasaba y le comenté la situación”.

“Primero -agregó- me ofrece abonar mi línea y le pedí si podía tambíen pagar la de mi mamá. Me contentó que sí, que le podía devolver el gasto con los adicionales ya que él los diagramaba. Llamé por teléfono desde mi celular con el Oficial parado al lado quien me dictaba el número de su tarjeta para registrar el pago. Esa noche registramos el pago, se habilitaron las dos líneas y me dijo que la semana siguiente me iba a dar un Banco para que con ese servicio de policía adicional le devolviera el pago que había hecho. La semana siguiente hice adicionales normalmente y cuando quise devolverle el dinero me dijo que no, que quería arreglar de otra forma. Accedí. Desde ese día nos empezamos a ver en su casa, en la que está detrás de la comisaría. Hasta después de mayo estuvo todo normal”.

“Después creo que fue en Junio, creo que se había descontrolado la situación, él me pidió que hiciera cosas que ya no quise acceder por respeto a la Institución, como estar en el Legajo (NdeR: por el auto policial)”, dijo.

-¿Cómo fue que reconoció una situación diferente en la causa penal? -le consultaron en la fiscalía.

– Yo, el día de la audiencia le conte todo a mi abogado el Dr. (Oscar) Ortiz Zamora, quien me aconsejó no decir nada para evitar tener problemas en mi carrera como Policía ya que estaba haciendo el curso de ascenso a Cabo. Que reconociera el hecho que no iba a pasar después más nada. Si se lo llama, tendría que reconocer esa situación. Siguiendo con mi relato, él quería que nos fuéramos a la calles vecinas del pueblo, yo le decía que no, porque si bien había accedido no era que porque él era Oficial podía hacer todo lo que quería. Me hizo volver a la Comisaría. Estuvimos medianamente normal, seguimos viéndonos en la casa particular de él. Mientras los meses siguiente me seguía pagando la línea con su tarjeta estando él al lado mío. Antes que se fuera de la Comisaría, ya venía hablando con el Jefe de que lo iban a trasladar, yo quería terminar todo bien, pero él amenazó con contarle a mi marido. El último pago, creo que fue en Agosto, pasó mucho tiempo y cosas en el medio, ya se había ido de Larraudé, me dio los números de la Tarjeta para que siguiera pagando la línea. Antes que arrancara Agosto fue el último problema grande porque no quise hacer lo que el quería y de ahí nunca me volvió hablar ni nada.

¿Qué dijo el marido de la mujer y también policía? “El problema la ligo de rebote porque esa línea telefónica se puso a nombre mío, pero yo me desligue de ella. Era para uso de mi esposa. De ahí en mas no me responsabilice por esa línea ni de su pago. Yo me entero cuando me llega la citación para presentarme en los Tribunales de Pico con la denuncia, me agarró totalmente de sorpresa. El reconocimiento en la causa penal fue por recomendación del abogado, a nosotros nos preocupaba la repercusión en el ambiente policial, lo cual nos contestó que no había ninguna repercusión, por eso, lo más rápido y fácil era el principio de oportunidad…”, dijo.

La FIA, finalmente, decidió recomendar que la mujer sea echada.

En tanto, para L.B. consideró debe ser sancionado con 20 días de arresto.

A su vez, el oficial superior, al no estar sumariado en este expediente, no recibió sanción.