Madres y padres de alumnas y alumnos de sexto grado del ciclo primario inscriptos en el Instituto Catriló están reclamando ante las autoridades por un ingreso sin sorteo de sus hijas e hijos para poder hacer el ciclo secundario en ese colegio.
En una nota que enviaron a la rectora del colegio, para ser elevada a las autoridades de Educación de la Provincia, indicaron que “nos consideramos personas con derechos a decidir la educación que queremos para nuestros hijos, y por ello elegir la institución de la cual deseamos que formen parte, pero también los consideramos a ellos personas de derechos y escuchamos su sentir”.
Desde hace unos años, quienes quieren ingresar al Instituto Catriló tienen que ir a un sorteo (hermanas y hermanos de quienes asisten ingresan directamente). Las y los estudiantes que no ingresan, pueden seguir en el colegio Médano Cortado en turno tarde.
Este año los inscriptos fueron 37, entre los cuáles hay ocho hermanas y hermanos. Por lo que el sorteo será de 22 bancas para 29 chicas y chicos.
“No ha sido un año fácil, han pasado un año distanciados de todos sus amigos y compañeros, se enfrentaron a la nueva modalidad de estudio y asumieron un compromiso. Incorporaron herramientas autodidactas para seguir formándose. Lo lograron”, indica la carta.
“Llegó el momento de pensar en lo nuevo, en lo que vendrá… cada cual eligió el colegio secundario al que quiere ir, pero con la triste noticia reciente de que el Instituto Catriló cuenta con cupo sólo para 30 alumnos. Los inscriptos fueron 37, motivo por el cual se llevará a cabo un sorteo”.
“Nos negamos a ello. ¡Queremos que nuestra elección y la de ellos se escuche! Queremos que después de un año tan apático, triste, de malos momentos, cuando por fin puedan volverse a encontrar en el aula, lo hagan todos los que eligieron el Instituto como cobijo para continuar sus estudios”, indicaron las y los firmantes.
“Siete, sólo siete niños quedarán fuera de la institución que eligieron, viéndose nuevamente frustrados. Teniendo que volver a empezar un año nuevo, en un colegio nuevo, con compañeros nuevos y reitero, luego de haber transcurrido el último año de la escuela primaria sólos, cada cual en su casa, algunos enfermándose o con algún familiar enfermo, aislados, sin verse, sin reírse, sin la ilusión del guardapolvo pintado. No fue fácil, pero pusieron todo de ellos y consideramos que merecen el reencuentro el año que viene”, concluyeron las madres y los padres.