Una patrulla con tres policías constató en la madrugada del domingo, cerca de las 5.30 horas, que una vivienda de calle Santa Rosa al 20 de Catriló había una fiesta clandestina.
Se escuchaba música alta y al llegar al frente del domicilio algunas personas intentaban esconderse entre las plantas y otras insultaban a los uniformados. Enseguida pudieron entrevistarse con el dueño del inmueble, un joven de 21 años que ya afronta causas judiciales por no cumplir con las medidas impuestas ante la pandemia de coronavirus.
En una de ellas se lo acusa de organizador de una juntada numerosa en otra quinta del pueblo donde la policía irrumpió y fue agredida por los asistentes de la juntada. En esta oportunidad, tras dialogar con la policía les pidió a todos los concurrentes a la fiesta que se retiren. Los tres policías se mantuvieron a distancia y aseguran que había unas cien personas.
Luego de darle intervención a la fiscalía de Santa Rosa, el joven dueño de la casa fue detenido por unas horas hasta que recuperó la libertad.