El INTA Anguil está zafando, por el momento, de la motosierra del presidente Javier Milei, aunque el congelamiento del presupuesto pone en serio riesgo su funcionamiento. «En lo que es despidos, por ahora estamos zafando, pero en presupuesto tenemos el mismo que año, entonces sería un recorte del 50% como mínimo y eso implica que no podamos recibir la ropa de trabajo y lo más preocupante es que los proyectos que tenemos los trabajadores a nivel local o nacional están súper recortados», advirtió el secretario general de Apinta Anguil, Roberto Maldonado.
Otras áreas estatales del sector, sufrieron el despido y desmantelamiento como es el caso del Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI).
«Tenemos autonomía para seguir trabajando, pero no es la forma. Se complica para salir al campo a hacer los ensayos y de seguís así, si el gobierno no cambia el pensamiento para con los trabajadores públicos no vamos a tener ni para pagar la luz, el gas o el transporte», aseguró Maldonado.
Hace unos días, empleados del organismo recibieron un mensaje en sus celulares: «Quiero comentarles que gracias al trabajo coordinado y en equipo de la presidencia y vice, (en referencia a Juan Cruz Molina y Pilu Giraudo), el Consejo Directivo y la Dirección Nacional, el INTA pudo dar respuesta en este contexto acerca de la constitución de su planta de personal y de sus capacidades institucionales».
«Quedó demostrado su rol estratégico en beneficio del desarrollo del país con los recursos que están a la vista y con un presupuesto que permite proyectar la investigación, la extensión y la innovación hacia adelante», completaba el mensaje emitido por la dirección general, que agradecía a todos por «el más profundo compromiso y sentido de pertenencia generan y potencian conocimientos y tecnologías que el INTA pone a diario al servicio de distintos sectores de la sociedad».