La policía de Anguil demoró a ocho personas el domingo a la madrugada, horas antes del permiso “permitido” por el Gobierno provincial para el reencuentro familiar. Estaban en una reunión en un domicilio ubicado en el sector norte del pueblo. Se les inició una causa judicial por violación del aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el Gobierno nacional.
Poco después de las 2.30, personal que patrullaba la zona urbana sorprendió a diez vecinas y vecinos reunidos en una casa del pasaje Casarrota. Estaba la dueña de la vivienda, con sus dos hijos menores de edad, y siete visitantes, entre ellos tres mujeres de entre 18 y 20 años y cuatro hombres jóvenes, dos de ellos menores de edad. “Habían compartido una cena y luego siguieron tomando unos tragos”, señalaron voceros consultados.
Tanto a la propietaria de la casa, como organizadora del encuentro, y a los siete visitantes se les inició una causa judicial por violación del artículo 205 del Código Penal. Todas las personas fueron notificadas en libertad a disposición de la fiscalía de delitos contra las personas de Santa Rosa. Los dos menores visitantes fueron entregados por la policía a sus padres.