Las asociaciones rurales de La Pampa y el gobernador Sergio Ziliotto tuvieron este lunes un nuevo cruce por el cierre parcial de las exportaciones a la carne que dispuso el Gobierno nacional.
La semana pasada, Ziliotto dijo que el cierre parcial a las exportaciones era necesario para estabilizar el precio interno de la carne.
De hecho, las cifras lo respaldan: luego de aumentos del 80 por ciento, en agosto se logró estabilizar e incluso bajar 1,4% el precio en el mostrador.
El mandatario dijo también que la medida era “transitoria” y que la “solución de fondo” era incrementar la producción de carne. En ese marco, sostuvo que los ganaderos, con ayuda de los gobiernos, deben aumentar la “eficiencia”: en el país, actualmente, de 10 vacas, solo 6 tienen terneros.
Además, se quejó de que los ruralistas hayan “cortado el diálogo” con las autoridades del Gobierno pampeano. En rigor, ese anuncio de dejar en stand by al diálogo lo hizo la Asociación Agrícola Ganadera de Santa Rosa. Pero también Ziliotto dio otro dato: “Hace dos reuniones que no vienen a la reunión del consejo asesor de la Agencia de Inversiones y Comercio Exterior porque cortaron el diálogo”, sostuvo.
Por lo pronto, las asociaciones rurales adheridas a Carbap salieron a cuestionarlo durante este lunes: le dijeron, entre otros puntos, que tiene “pereza intelectual” y negaron que hayan “cortado el diálogo”.
“Desde siempre han sostenido el dialogo indistintamente del color político del Gobierno provincial, aportando sus conocimientos y experiencia y siendo actores protagónicos de los distintos programas o planes que se han encarado, como por ejemplo el Plan Provincial de Enfermedades Venéreas”, expresaron en una nota. “Desconocemos los motivos que llevan al Sr Gobernador a expresar tales falsedades respecto a la relación con las entidades gremiales agropecuarias, ni tampoco las expresiones acerca de las medidas que han prorrogado el cepo a las exportaciones de carne vacuna. Más aun a cargo de un gobierno que mantiene la más alta relación de vaca por habitante provincial, destacándose sin duda la relevancia geoeconómica de la actividad ganadera en La Pampa”, sostuvieron.
“El señor Gobernador debería considerar la defensa de los intereses provinciales antes que las lealtades partidarias o la afinidad política, frente a medidas que atentan contra la sostenibilidad de una actividad central para la provincia y que ya sintió las consecuencias de medidas semejantes entre el 2008 y el 2012”, dijeron. “Solo una manifiesta pereza intelectual puede llevar a inducir que las medidas del Gobierno Nacional provoquen una baja el precio de la carne al mostrador de manera sostenida, mientras haya una tasa de inflación que supera el 40 %”.
“Las consecuencias negativas que tendrá la medida del Gobierno Nacional son innegables. El desaliento a la inversión en ganadería y en la industria frigorífica, la ruptura de contratos de exportación, la disminución de la entrada de dólares, la pérdida de puestos de trabajo y la disminución del stock ganadero, no serán coyunturales sino permanentes mientras dure la nefasta medida impuesta por el Gobierno Nacional . Es extraño que el Gobernador de una provincia netamente ganadera, como La Pampa, no lo sepa”, sostuvieron.
Ziliotto respondió desde General Pico, en una conferencia de prensa. “Yo respeto todas las posiciones. Pero hay algunas que vienen con agravios y descalificaciones personales”, le apuntó a la Carbap.
“Respeto todas las posiciones, porque los entiendo: cada uno, defiende lo suyo. Los dirigentes de estas asociaciones defienden a los productores rurales, pero yo tengo la obligación de defender al conjunto de los ciudadanos de La Pampa”, expresó.
“Todos tenemos que hacernos cargo. Hace 40 años que producimos la misma cantidad de carne”, volvió sobre el punto de mayor eficacia.
Además, reafirmó que hubo sectores del ruralismo que anunciaron públicamente el “corte del diálogo” con el Gobierno provincial.